Cap.
VIII: Del pecado de envidia, que se ha de evitar
1Dice el
Apóstol: Nadie puede decir: Señor Jesús, sino en el Espíritu
Santo (1 Cor 12,3); 2y: No hay quien haga el bien,
no hay ni siquiera uno (Rom 3,12). 3Por consiguiente,
todo el que envidia a su hermano por el bien que el Señor dice y
hace en él, incurre en el pecado de blasfemia, porque envidia al
mismo Altísimo (cf. Mt 20,15), que dice y hace todo bien.
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