¿QUIÉN
LLAMA?...
Dios envía profetas en
todas las épocas, pero siempre se les rechaza porque la Palabra de Dios es una
espada de doble filo. En ocasiones reconforta pero, a menudo, es una palabra
que inquieta.
Los profetas están
entre nosotros y la predican tal cual es, diciendo la inquietante Palabra que
la gente no desea escuchar. Si te parece que la Palabra de Dios no ha
satisfecho tus expectativas o no ha cambiado tu vida es que todavía no la has
escuchado. Si no te ha llamado a morir, a dar tu vida, a olvidarte de ti mismo,
no la has escuchado. Si no te ha llamado a donde no quieres ir, no has oído la
voz de los profetas ni la Palabra que habla por su mediación.
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