LAS
PROMESAS DE DIOS
A pesar de todas tus dudas, de todos tus
miedos, la promesa que el Señor te hace es la misma que, en su tiempo, hizo a Israel.
La misma que hizo a Moisés. Entrégate totalmente en manos del Señor y Dios te apoyará.
Dios te alimentará. Dios te dará la vida. Dios saciará tu corazón con el amor.
Al igual que los israelitas descubrirás que
el desierto no está tan desierto. El camino hacia la tierra prometida lleva a la
vida, aún en medio de los espejismos del desierto. Cuando menos lo esperes te encontrarás
con un oasis. Tal como dicen las Escrituras, Dios hará florecer el desierto.
O quizá, como Moisés, puedas encontrar que
no vas a llegar, en el sentido de arribar. Dios te puede conferir la Tierra Prometida
aún antes de que llegues a ella. Puedes vivir en el Reino, incluso antes de su
advenimiento. Si buscas el Reino de Dios sobre todas las cosas, todas las cosas
se te darán por añadidura. (RR)
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