Cap. XIX: Del
humilde siervo de Dios
1Bienaventurado el
siervo que no se tiene por mejor cuando es engrandecido y exaltado por los
hombres, que cuando es tenido por vil, simple y despreciado, 2porque
cuanto es el hombre delante de Dios, tanto es y no más. 3¡Ay de
aquel religioso que ha sido puesto en lo alto por los otros, y por su voluntad
no quiere descender! 4Y bienaventurado
aquel siervo (Mt 24,46) que no es puesto en lo alto por su voluntad, y
siempre desea estar bajo los pies de los otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario